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domingo, 8 de enero de 2012

LOS COMETAS

Los cometas son parte de los cuerpos menores que forman el Sistema Solar; unos objetos hechos de polvo y gas, a veces modelados como sucios cubos de hielo. El tamaño del núcleo oscila entre cientos de metros y decenas de kilómetros, y la composición química de los cometas no ha cambiado desde la época de su formación hace 4.6 miles de millones de años, lo mismo que el resto de los objetos del Sistema Solar. Esto los transforma en objetos ideales para estudiar las primeras etapas en la formación del Sistema Solar.
El núcleo de un cometa está formado por un conglomerado de polvo embebido en hielo, una mezcla de agua congelada, dióxido de carbono, monóxido de carbono y metano. Cuando éste se acerca lo suficiente al Sol, el núcleo se calienta y el hielo se sublima, es decir, pasa de sólido a gas, formando junto con el polvo que arrastra una cola que apunta hacia afuera del Sol.

Los cometas han llamado poderosamente la atención de los seres humanos en las diferentes culturas. La aparición repentina de un cometa era frecuentemente relacionada con grandes males o augurios de cambio. Estas erróneas creencias han perdurado en algún sector de la sociedad hasta nuestros días a pesar de que hace mucho tiempo que se conoce la naturaleza exacta de los cometas.
Los retornos del cometa Halley también han provocado a lo largo de la historia curiosas anécdotas; a principios del siglo XX, la cercanía de su paso creó un miedo que impulsó fiestas de despedida y la creación de un importante mercado para "máscaras anti-cometa" y otros artefactos supuestamente diseñados para protegerse de unas posibles emanaciones tóxicas. Hubo gente que se suicidó en Europa por la psicosis creada en los periódicos: afirmaban que en el momento en que la Tierra pasase junto a la cola del cometa las personas de la Tierra quedarían envenenadas.